Desde el primer día en la Facultad de Ingeniería Industrial, me sentí como en familia, apoyada por mis compañeros y maestros, con quienes creé un lazo fuerte más allá de lo académico. La huella de esa experiencia sigue viva en mí, la cual me guía y fortalece incluso después de egresar, recordándome la importancia de la solidaridad y sobre todo el amor, eso solo se cultiva en la UNICAH.